14. DEL CAMINO.
El camino a la “tierra prometida”,
está compuesto por la práctica diaria de tres ritos :
La concentración, la meditación, y la contemplación.
El primero, la concentración:
le permite al Équite usar el poder del cielo sin esfuerzo,
y lograr sus objetivos fácilmente.
(Debido a que una cosecha requiere siembra,
la concentración debe practicarse diariamente.)
El segundo: la contemplación,
conserva en el Équite su estado de amor, y de agradecimiento infinito,
y le facilita recordar continuamente,
la omnipresencia de los 6 principios fundamentales, por eso debe practicarse diariamente.
El tercero, la meditación,
le permite al Équite
tener control sobre sí mismo,
y prepararse para el cumplimiento de su misión
sin distracción alguna.
La ordenación como Équite,
implica la aceptación de la práctica diaria
de los ritos personales,
como el único camino a la tierra prometida.